Hágase hombre
Desde el timido amanecer me abraza tu presencia,
de un sol fugitivo, de estrella errante.
Dividiendo tempestuosos mares negros,
Atrayendo a sí la escencia de estos versos.
Vertiginoso se eleva el horizonte ya sin sol...
La cuesta es hacia arriba, con el sol ya en la espalda.
Tal vez alguna brisa nos devuelva su presencia.
Las fieras se amontonan en la maleza,agazapadas
veo el brillo de sus ojos sin fondo....
Y ese canto que se escucha,
es el grillo de obsidiana de nuestro ocaso,
Cantando nuestro requiem.